Artemisa es la diosa de los animales salvajes,
de las mujeres que quieren mantener su castidad, de la caza y de la luna. No le
gustan las ciudades, prefiere la libertad de la naturaleza. En la mitología romana se la conoce como Diana.
Es hija ilegítima de Zeus y de la
hermosa Leto, cuyos padres son los titanes Ceo y Febe. Hera, la esposa del
dios, cuando se entera de su infidelidad, persigue a su amante y le manda una
serpiente venenosa cuando está embarazada de Artemisa. Leto no tiene donde
huir, pero Zeus la salva convirtiéndola en codorniz para que escape volando.
Hera, burlada y enojada, le lanza una maldición para que nunca pueda posarse en
tierra y así sea imposible que sus hijos nazcan.
El nacimiento de Artemisa
Leto vuela y vuela, pero está agotada y cada
vez más desesperada, hasta que encuentra la isla de Delos, también conocida
como Isla de las codornices, y le permiten posarse en ella. Esta isla fue
creada por Poseidón, pero iba flotando a la deriva por las aguas, hasta que
Zeus la sujetó con cadenas al fondo del mar para que Leto pudiese dar a luz a
sus hijos. Cuando la diosa se siente segura, Zeus le devuelve su aspecto
humano.
Artemisa, Museo del Louvre |
Nace Artemisa, pero Leto se da cuenta que otro
niño viene en camino, y es la recién nacida la que ayuda a su madre para que
llegue al mundo su hermano Apolo. Este suceso la marca tanto, que se convierte
en protectora de las mujeres embarazadas y ella se niega siempre a tener hijos.
Artemisa, la diosa de la virginidad
Artemisa protege a las mujeres vírgenes, pero
no tolera que ninguna rompa su promesa de mantenerse casta, y puede llegar a ser
cruel. Así ocurre con la princesa Calisto, a la que Zeus engaña y seduce.
Cuando Artemisa se entera, monta en cólera y como castigo la convierte en oso.
Zeus la salva llevándosela al cielo y convirtiéndola en las constelaciones de
la Osa Mayor y la Osa Menor.
Fuente de Diana en el Palacio de Fontainebleau, Francia |
Sin embargo, Artemisa también defiende a las mujeres
que son ultrajadas, como hizo al matar a Orión, que intentó forzar a una de sus
ninfas. Artemisa lo mata y lo convierte en la constelación de Orión, también
conocida como la constelación del Cazador.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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