Atenea es la diosa de la inteligencia, protege
a los artistas y a los héroes, y es la encargada de la educación de los niños.
Ella fue quien enseñó a los humanos a domar a los caballos. En la mitología romana se la conoce como Minerva.
Metis queda embarazada de Zeus, pero el dios,
como suele ocurrir, teme que su futuro hijo adquiera más poder que él y toma la
decisión de devorar a Metis, para evitar que su hijo nazca. Sin embargo, con el
pasar de los meses, Zeus empieza a tener dolores de cabeza insoportables.
Cuando ya no lo puede soportar más, le ruega a Hefesto que le abra la cabeza
con un hacha. El dios del fuego le obedece e inmediatamente salta al exterior
Atenea.
Atenea protege a héroes como Jasón, líder de
los argonautas; Teseo, que salió vencedor en su lucha con el Minotauro; y los
famosos Ulises y Hércules.
También es la diosa de las artes creativas, del
bordado y del hilado. Protege los templos, las casas y la educación de los
niños. Asimismo, los marineros buscaban su protección en los momentos difíciles
y se dice que ayudó a construir la primera barca y enseñó a los humanos a
navegar los mares.
Pero Atenea también posee un rostro más oscuro
y es una mala enemiga. Se cuenta que despreció profundamente al príncipe
troyano Paris porque puso a la diosa Afrodita por delante de ella en cuanto a
belleza.
Tampoco reacciona bien cuando intentan retarla,
como ocurrió con Aracne, una joven que dominaba el arte del bordado y se
atrevió a insinuar que era mejor que la diosa. Atenea aceptó el reto y salió
vencedora. Su venganza fue convertir a la muchacha en araña, por haber tenido
la osadía de enfrentarse a ella.
La protectora de la ciudad Atenas
Los dioses sabían que el destino de Atenas era ser
la ciudad más importante de la Tierra, por lo que todos querían convertirse en
sus protectores. Poco a poco todos quedaron fuera, menos Atenea y Poseidón. La
diosa, porque la ciudad iba a erigirse como un centro importante para las
artes. El dios de las aguas, por la cercanía de la urbe al mar.
Ambos deseaban ser los elegidos y no tenían
intención de rendirse, por lo que Zeus decidió que quien ofreciera a los
humanos el regalo más útil y valioso sería el ganador.
Poseidón fue el primero en utilizar su magia y
golpeando con su tridente el suelo, hizo aparecer el primer caballo de la
Tierra. Un animal fuerte y hermoso que dejó a los dioses emocionados.
Atenea era la siguiente y todos se miraron
pensando que sería incapaz de superar al dios de las aguas. Pero de inmediato
comenzó a brotar de entre las piedras un árbol de hojas verdes y pequeños
frutos ovalados, era el primer olivo.
A continuación, la diosa explicó que ese
resistente árbol ofrecería alimento a los humanos, además de aceite para la
cocina y para los rituales de los templos. Pero lo más significativo, era que
el olivo era un símbolo de la paz.
Los dioses disertaron entre ellos, hasta decidir que
era Atenea la más merecedora de ser la protectora de la ciudad de Atenas.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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