Ra gobernaba los cielos durante el día. Por la
noche, cuando el dios Sol viajaba hasta el inframundo, el cielo se cubría de
estrellas y la diosa Ma´at cuidaba que su movimiento fuese perfecto, al tiempo
que vigilaba los cambios de estaciones y se aseguraba que los humanos y los
dioses conviviesen en armonía. Ma´at también hacía que la justicia y la verdad reinasen siempre.
Los sacerdotes egipcios sabían que todo lo que
existía en el universo era vigilado por los dioses y algunos de ellos,
conocidos como “los sacerdotes de las horas”, se encargaban de observar todas
las noches el cielo desde los tejados de los templos.
A la Luna se la relacionaba con Thot, el dios de la
sabiduría y la enseñanza, al que también se le conocía como “La belleza de la
noche” o “El ser silencioso”. Era una divinidad que siempre mediaba en los
conflictos entre los dioses, para que reinara la paz. Asimismo, era el
bibliotecario que cuidaba los libros sagrados que contenían todo el saber del
Antiguo Egipto. Entre esos manuscritos se encontraba el Libro de Thot, que se
componía de cuarenta y dos papiros de distintos temas. Estos papiros contenían
grandes enseñanzas astrológicas, médicas y filosóficas, que sólo podían leer
los sacerdotes de las horas. Se cuenta que uno de esos papiros se perdió
en la biblioteca de Alejandría.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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