La
mitología es como un espejo en el que el ser humano se refleja. Sus historias
han atrapado siempre nuestra imaginación y desde tiempos
inmemoriales estos mitos han ido creando una parte de la filosofía, la
literatura y la religión.
Los
antiguos se respondían a las grandes preguntas (dónde vamos, de dónde venimos,
qué hay más allá de la muerte, cómo se creó el mundo) a través de la mitología.
Historias y leyendas que han tocado las emociones de las personas, provocando
que se sintiesen identificadas con ellas.
Una de
las cosas más curiosas de la mitología, es que es posible establecer similitudes
entre los mitos de distintas culturas. Temas como la creación del universo, el
diluvio universal, la mortalidad del ser humano como condena de los dioses,
etc., se repiten en diferentes lugares alejados entre sí.
Muchos
investigadores afirman que estas semejanzas son fruto de la transferencia
cultural, mitos que han ido pasando de un pueblo a otro a través del contacto
directo. Sin
embargo, la complicación surge cuando esas culturas no han tenido contacto
alguno en la antigüedad. Por ejemplo, el mito del diluvio universal existe
tanto en Australasia y América del Sur como en Mesopotamia y China. Asimismo,
en culturas tan alejadas como la Antigua Grecia y África se conoce la
existencia de mitos muy similares sobre la creación del mundo.
Al psiquiatra suizo Carl
Gustav Jung también le llamarían la atención estos mitos y descubrió que
algunos de los temas que aparecían en ellos, como bosques oscuros, la capacidad
de volar, seres monstruosos y niños
abandonados, surgían también en los sueños de sus pacientes. Ese fue el
principio de su hipótesis sobre el “inconsciente colectivo”, una zona de la
mente inconsciente donde se guardan un conjunto de imágenes y recuerdos comunes
a todas las personas.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
Buena entrada. Saludos. Tienes un Blog interesante.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Rafa. Un saludo.
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