Eros
tiene la misión de cohesionar el mundo y de unir a las especies, entre ellas a
los humanos. Es un dios principal que nace al mismo tiempo que la Tierra y el
cielo, hasta que los romanos lo convierten en un ser inferior, encarnado en el
conocido Cupido.
Eros es
el responsable de que Gea (la Tierra) y Urano (el cielo) se unan y de esa unión
nazcan Tetis, Cronos, Océano y Ceo, los titanes.
La
influencia que este dios ejerce sobre los seres no siempre es positiva, ya que
en ocasiones anula la voluntad y hace cometer desatinos a quienes están bajo su
dominio.
Medallón con la imagen de Eros, Museo del Louvre |
Según
algunas versiones, mientras Afrodita representa el amor y el deseo entre los
hombres y las mujeres, es decir, el amor heterosexual; Eros representaría el
amor y el deseo entre los hombres, es decir, el amor homosexual.
A partir
del siglo IV a.C. a Eros se le representa como un niño simpático y gordito,
pero no muy sociable. Le gusta estar alejado de las multitudes, observando
siempre como actúan los demás.
Eros y Psique
Pero
Eros no es tan superficial ni tan voluble como aparenta, porque en realidad
está perdidamente enamorado de Psique, el alma.
Psique
es muy hermosa, tanto que su belleza asusta a todos los jóvenes que se le
acercan. Ante la imposibilidad de encontrar un pretendiente que no le tuviese
miedo, consulta a un oráculo, que asegura que si se queda sola en medio de
la montaña ataviada con sus mejores galas, aparecerá un ser monstruoso que
accederá a casarse con ella.
Psique
obedece al oráculo y se dispone a esperar a su futuro marido cerca de un
hermoso palacio de oro y mármol, pero nadie aparece. Con el paso de las horas y
el cansancio, se queda dormida y al despertar de repente siente una presencia
cerca de ella, pero no la percibe como un monstruo, sino como un joven
atractivo y amable. Es Eros, que le prohíbe rotundamente mirarle, ya que si lo
hace tendrá que desaparecer para siempre.
Psique
sigue su consejo y es feliz con él durante mucho tiempo, pero un día siente
tanta curiosidad por ver a su enamorado, que oculta una lámpara en la noche y
cuando él no se percata, lo alumbra con ella, descubriendo que es un hombre
guapo y apuesto, que para su desgracia desaparece al instante.
Psique se encuentra sola
de repente y entra en una espiral de tristeza que no la abandona. Por su parte,
Eros intenta olvidarla, pero es inútil porque es incapaz de sacarla de su mente
y de su corazón. Una noche, cansado de luchar contra lo irremediable, va a
buscarla y la lleva al Olimpo, donde le ruega a Zeus que los una para siempre en matrimonio.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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