Ra gobernaba los cielos durante el día. Por la
noche, cuando el dios Sol viajaba hasta el inframundo, el cielo se cubría de
estrellas y la diosa Ma´at cuidaba que su movimiento fuese perfecto, al tiempo
que vigilaba los cambios de estaciones y se aseguraba que los humanos y los
dioses conviviesen en armonía. Ma´at también hacía que la justicia y la verdad reinasen siempre.