sábado, 28 de mayo de 2016

El nacimiento de Zeus

El titán Cronos y Rea se unen y tienen seis hijos: Deméter, Hera, Hades, Poseidón, Hestia y Zeus. Pero a Cronos le advierten que uno de sus hijos va a acabar con su reinado, por lo que el titán decide comérselos a todos cuando son todavía bebés.
Rea y su madre asisten impotentes a la pérdida de los niños, y cuando ya solo queda vivo el último, deciden evitar su muerte. Esconden a Zeus en una cueva y lo dejan al cuidado de Amaltea, una criatura híbrida mitad cabra y mitad ninfa. Después Rea le ofrece a Cronos una piedra cubierta con una tela, y el titán se la traga pensando que es su último hijo.
Mientras, el pequeño Zeus crece sano, alimentándose principalmente de miel y leche. La ninfa le dedica todo su cariño y sus cuidados, y al pasar de los años el dios se lo agradecerá regalándole la constelación de Capricornio.

Templo de Zeus
Templo de Zeus

Pero Rea sigue preocupada por si Cronos escucha al niño llorar en algún momento, así que pide a unos hombres que dancen y canten a la entrada de la cueva donde se oculta su hijo, para enmascarar cualquier sonido que pueda salir de su interior.
Zeus se hace adulto, descubre el calvario por el que ha pasado su madre y resuelve hacérselo pagar a Cronos. Para ello le ayuda su primera mujer, Mentis, una ninfa marina extraordinariamente inteligente a la que persuade para que prepare una pócima que fuerce a su padre a vomitar la piedra y después a todos los hijos que había devorado, como así sucede.
Cuando sus hermanos y hermanas vuelven a la vida, deciden entre todos arrebatarle a Cronos su poder y destruir la raza de los terribles titanes. Y como recordatorio, se cuenta que la piedra que Cronos se traga pensando que es su hijo Zeus, se guarda todavía en el oráculo de Delfos.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados


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